Vistas de página en total

viernes, 15 de junio de 2012

De las putas mas viejas del mundo.

Erase que se era… Así comenzaban antaño muchos de los cuentos más populares de nuestra geografía, y así me decido yo a comenzar este breve relato, y lo hago así debido a que, a pesar de la aparente lejanía la situación data de hace apenas 30 años. El Franquismo había acabado, y entre otras cosas dejaba una España extraña a todas luces. En pocos años en número de coches había aumentado sin cesar, toda familia podía tener un utilitario, los jóvenes de 25 años comenzaban a emanciparse, no tardaban demasiado en encontrar trabajo y lo hacían sin tener estudios, no era necesario. El poder adquisitivo subía y subía. Hay que reseñar que esto pasó antes del “Boom del ladrillo”. ¿Dónde se esconde la diferencia con nuestros días? La sencillez de la respuesta la encuentro en una de las canciones más extrañas y bizarras que he tenido el privilegio de escuchar en mi vida “En la variedad está la diversión” ,el nombre del grupo prefiero ahorrármelo para evitar una mayor pérdida de solemnidad. Y verdaderamente ese es el truco “la variedad”.
Cuentan padres y abuelos, con bastante razón que al caminar por la campiña Cordobesa durante los años 70,80 y principios de los 90, uno podía encontrarse lo siguiente: plantaciones de tabaco, melones, sandías, olivos, viñas, huertas… Y a su alrededor comenzaban a agolparse pequeñas cooperativas para trabajar estos productos venidos de la tierra. El Estado, tras el franquismo conservaba dos caracteres que ha ido cediendo con el paso del tiempo, Heteronomía y su carácter Tuitivo, es decir, ha perdido capacidad de acción. Estamos hablando de unos momentos en el que el número de ricos e inversores dentro del territorio nacional era nulo, el Estado era el gran inversor. Se creó Telefónica, Cepsa, CAMPSA, Seat, Dragados, Tabacalera, algunas compañías eléctricas, la lotería nacional, RENFE… ¿En que se invertían los beneficios? Muy simple en reducir impuestos, sanidad, en fin en lo que llamamos Estado de bienestar. Más de un puritano dirá que esto no es más que una muestra de mi carácter de extrema derecha. Vale, estoy conforme, pero a esa persona le recomendaría que fuera a visitar Noruega o Finlandia, países que tienen nacionalizado el petróleo y las industrias eléctricas, países que venden el alcohol con mas de 4’5º en tiendas del Estado para recaudar impuestos. Países por lo tanto que invierten estos en sanidad, educación, reducción de impuestos. Estos países no lo olvidemos son los que mayor renta per cápita tienen del planeta, y los que además poseen unos impuestos tremendamente reducidos. Si eso es ser de extrema derecha, ahora mismo me dejo el bigote a lo Hitler.
La inserción en Europa prometía muchas cosas. González lo vendió como la panacea al sufrimiento de España, una mejora sin igual “A este país no lo va a conocer ni la madre que lo pario”. Verdaderamente así fue. Europa, la de los 15 (mucho más racional que la de los 27) decidió que era el momento no solo de convertir este alargado y nulamente articulado territorio en algo que si lo fuera. El error fueron las formas. Se trató de dividir Europa en zonas especializadas, cada una produciría ciertos productos.
Para España quedaba reservado el aceite, Francia se quedaría con las viñas, Italia tendría una mezcla de Aceite, Vino y corrupción, la nueva triada Mediterránea que posteriormente se ha ido extendiendo en su cultivo. A Grecia no sabemos muy bien que fue lo que se le permitió. ¿Y el resto? Pues aun más simple, para el resto quedaba la industria. Aun recuerdo aquella época en la que yo contaba unos cinco o seis años, y mi padre tuvo que comenzar a arrancar todas las cepas y sustituirlas por olivos, el cordón vinícola que rodeaba mi pueblo (Baena) se convirtió en pocos meses en un páramo, y al año siguiente en un mar de olivos. Un mar de olivos subvencionado por la GRAN EUROPA, a los 5 años, que es el tiempo que tarda un olivo en crecer, ese mar de olivos empezó a ser surcado por una serie de galeones llamados tractores, si nos decidimos a mirar con cierto aire crítico las marcas y el origen de esos tractores podemos intuir lo que sucederá cuando la embarcación sufra una avería, iremos al taller y nos dirán “uuuuu eso tiene para un mes, ¿no ves que la pieza viene de Alemania?.
En Asturias se sacrificaron por su partes cientos de cabezas de ganado, en Europa sobraba leche, el trigo fue arrancado de Castilla, ya que también sobraba. A día de hoy deberíamos de mirar con vergüenza aquellos tiempos en los que el máximo dirigente Europeo sobre agricultura un tal Fisher, visitaba nuestros campos y los de media Europa dictando como debía de ser el funcionamiento agropecuario de Europa, modelo que evidentemente ha fracasado, pues debemos de importar leche de los países del este, trigo de Argentina, nos sobra el aceite por todos sitios… Alemania, el regio y poderoso Estado, ordenado, singular y sobre todo eficiente. Y lo es en muchos sentidos. Ha sabido junto a Francia y en menor medida Inglaterra convertir al resto de países en un páramo carente de industria, en lugares soleados en los que pasar sus vacaciones, nos han convertido en el lugar en el que olvidarse de sus problemas mediante el alcohol y otros vicios, nos han convertido en definitiva en las putas de viejo continente, nos han convertido en las putas más viejas del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario