Vistas de página en total

lunes, 25 de junio de 2012

Darse cuenta del fin.

Distinto es creer saber que ha llegado el fin de algo y muy distinto asumirlo. Lo primero es bien sencillo, nuestros sentidos son capaces de mostrarnoslo. Mas complicado parece la segunda parte.
Para asumirlo debemos de pasar por la primera fase, y tras esto, por un periodo de anáisis que nos explique como hemos llegado a este punto. Solo recorriendo el camino a la inversa percibiremos cuales han sido nuestros pecados y los de los demás.
Había señales evidentes de que todo se había acabado. De que esa burbuja ideal en la que viviamos, esa burbuja en la que España era el primer mundo había explotado. Ahora como mucho nos encontramos en un segundo mundo, de los primeros quizás, pero, ¿por cuanto tiempo?
Nos desinflamos cada vez a mayor velocidad y las señales, que antes parecían confusas y fruto del azar, pueden percibirse ahora mas nítidamente que nunca solo con prestar un poco de atención y haberlo hecho tambien con anterioridad, aprendiendo y comprobando.
Como digo, son distintas las señales, diversas pero claras. Recuerdo de niño, los telemaratones que se hacían a lo largo del año para que NOSOTROS, ayudásemos a niños del tercer mundo, apadrinásemos, comprásemos cosas inútiles. Las cadenas se regodeaban mencionando que habían logrado X millones de pesetas (ains mi peseta. A día de hoy ninguna cadena se atreve a mencionar, ni de lejos el tema del apadrinamiento, y el único telemaraton que se hace es el del día de los inocentes, quizás sea el último bastión de nuestra riqueza.
Como habeis cambiado, debío pensar mas de un Rumano de los que han venido a coger aceitunas a nuestro país. Años y años que un español no deseaba asomarse al campo salvo para hacer barbacoas o asustar perdices. Ahora incluso hacemos manifestaciones en pueblos de medio pelo para que los empresarios locales incumplan los contratos y contraten a españoles.
Podría hablar de cientos de pecados cometidos que nos han llevado hasta aquí, pero aquí no estamos hablando de ese tema. Aquí hablamos de que debemos asumir el finaly
Todo tiene un final menos las salchichas que tienen dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario