Del "Basta" mas innecesario.

¿Cuál fue ese día en el que un hombre gritó basta?. Somos tan especiales, tan singulares, tan increíbles, tan tan… Que merecemos individualizarnos, separarnos del resto, somos mejores, es evidente. Nosotros nos tenemos patas, tenemos piernas, no tenemos pezuñas, tenemos manos, no somos animales, somos Seres humanos. El caprichito de Dios, su ojito derecho. La evidencia es palpable, no tenemos nada que ver con el resto de seres de la creación, nada en absoluto. Ellos son sucios, antihigiénicos, llevan viviendo en las mismas condiciones desde ese instante en el que por alquimia el barro se convirtió en carne, la agresividad y por supuesto, la delimitación del territorio es una de sus características. Pero nosotros somos la guinda del pastel, ningún defecto puede achacársenos. Nos levantamos cada día cargados de no buenas, si no geniales intenciones, maravillosas y aun los adjetivos se quedan cortos. Puede que un perro, gato, gallina o cualquier otro de esos bichos pase hambre, pero nosotros nos cuidamos, nos protegemos, no fijamos fronteras, no son necesarias nadie va a venir a quitarnos lo que es nuestro porque ellos tienen suficiente. Y es que releyendo esto, lo único que puedo afirmar es: “Pocos Basta existen mas innecesarios”. El hombre