Vistas de página en total

martes, 19 de junio de 2012

Capítulo 4.- Del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo

Dormitaba Don Alonso en su cama. Cuando en esa misma noche, como si confabulación del destino, reunieronse los denominados poderes del pueblo, el cura, el alcalde y un maestro en la misma puerta del Hidalgo. El ama de llaves abrio impaciente la puerta y como si se tratase de una moribunda pidio auxilio.
-Señores aquí, en esta sala están, los libros que a mi señor loco volvieron, los libros que le hicieron dar parte de su haciendo, están encantados. ¡Quémelos todos!-
Alcalde, Maestro y Cura se rieron ante tal afirmación, sin lugar a dudas el ama de llaves representaba la voluntad que el pueblo tenía, pero ellos la coherencia. Observaron los libros, para constatar el hechizo. El primero de ellos era un manual de Pantanos, seguidamente aparecieron otros denominados Telefónica, CAMPSA, IBERIA, ENDESA, REPSOL, ARGENTARIA, TABACALERA, ACESA y TENEO.
- Cielo Santo- Exclamó el siervo de Dios. -Normal quealguien se vuelva loco con tanto papel endemoniado.-
La sirvienta, esbozó una sonrisa, y en todo momento pidio por favor que fueses quemados, para que los espíritus no la atormentasen, cuando antes se hiciera, sería mucho mejor, así los espíritus no se darían cuenta de lo que se tramaba y no podrían rebelarse.
Pero ¿qué libro es ese que está junto a él? RENFE de ... no recuerdo el nombre, dijo el barbero que se había unido a la comitiva. Pero muchos años ha que es grande amigo mío ese señor, y sé que es más versado en desdichas que en versos. Su libro tiene algo de buena invención, propone algo y no concluye nada,ese podemos dejarlo.
Miraronse los cuatro hombres, y concluyeron que era mucho mejor que cada uno se llevase a su casa unos cuantos de esos libros, pues un fuego tan grande podría provocar un incendio y destruir la casa, o lo que sería peor; despertar a Don Alonso.
Es así como cada uno de los asistentes lleváronse a sus hogares algunas piezas de la Biblioteca de Don Alonso. La Ama de llaves lloraba de alegría al comprobar que los males que la aquejaban se habían disipado para siempre.











No hay comentarios:

Publicar un comentario