Políticos profesionales Vs Historiadores

Me encontraba el otro día en el despacho de un profesor que ocupa plaza de Catedrático en la Universidad de Sevilla. Y en uno de esos extraños momentos que a todos alumno le llega es invitado a tomar algo.

La conversación fue bastante amigable y pronto se disipó del plano académico. Tras un par de bebidas hicimos lo que todo español hace en un bar, arreglar el país. Sin embargo me sorprendí al darme cuenta de que este señor que no volverá a soplar la vela de su 65 cumpleaños compartía algunas ideas que yo pensaba que eran mias, nada más lejos de la realidad.

Tal vez sea deformación profesional o quizás lo único que haga es tratar de encontrar mi sitio en el mundo y las palabras de aquel caballero se convirtieron pronto en un mullido cojín donde aposentar mis ideales, pero lo cierto es que su argumento me parecio cargado de toda lógica.

Vivimos en un mundo complicado y lo es precisamente por el elevado número de personas que encontramos a nuestro alrededor y sobre todo por todas aquellas que estando deslocalizadas y lejos de nosotros, tambien ejercen una poderosa influencia sobre nuestro devenir.

El Estado, esa peculiar forma de organizarnos entre nosotros de estratificarnos y separarnos. Se trata de un sistema que además se va adaptando a las nuevas realidades para tratar de sobrevivir, unas vecs con mas fortuna que otra. Ahora trata de castigarse la resistencia pasiva con penas de carcel, no sabemos si esta idea llegará a fructificar, pero lo cierto es que está sobre la mesa. Tambien el propio estado se defiende a través de esos leucocitos que son los políticos, dicen cosas como la que ayer mencionaba Mayor Oreja, no es lícito que se televisen en directo las manifestaciones.

Claro que no, es mejor para el Estado poner la vacuna del futbol, los cotilleos, los toros y eurovisión. Todos los días tenían que dar una maraton de esa vacuna. Por desgracia para el aparato estatal la vacuna parece surtir cada vez menos efecto.

Los políticos se han convertido en una casta privilegiada, que paga menos por un menú en el congreso que un estudiante de primaria en su colegio. Se han convertido en el tipo de personas que cotizando 8 años reciben la máxima pensión de jubilacion y además se han convertido por nuestra dejadez en beneficiarios de favores que empresas que anteriormente incluso eran públicas les dan una vez dejan el cargo. Este sería el caso de señores como Aznar o empresas que nunca fueron públicas como la señora infanta esposa de Robargarin.

No podemos tener las manos en la cabeza y pensar constantemente en como hemos llegado a esta situación. ¿Como ha sido? muy facil, ciencias políticas, una carrera enfocada unicamente a engañar al ciudadano, a tocar la fibra mas sensible que tiene para lograr el voto.

Los méritos ya no son requisito indispensable para conseguir un sillón, ahora resulta que ejercer de político es una profesión por la cual una persona se gana la vida, pero la vida entera, no solo cuatro años. En paises como Suiza los políticos tienen un trabajo aparte y ejercen su actividad de forma desinteresada, con excepción de aquellos que forman parte de los cantones o bien del gobierno central.

Pero lo importante es que los políticos o bien han hecho ciencias políticas, derecho, económicas o ninguna cosa. Lo importante es que administran un Estado sin saber exactamente lo que es y es por eso por lo que constantemente se distancian mas y mas de la sociedad que según ellos les legitima.

El político ha pasado a convertirse en la vitamina que el Estado como garante de las diferencias sociales necesita. El político ha empezado a ser no el defensor del ciudadano y si se ha convertido no por primera vez en la historia en el valedor de la ley, una ley que cada día mas lo que hace es legalizar una situación de desigualdad. La legalidad por desgracia no tiene dentro de su definición la moralidad ni la equidad.


Los políticos son como un conductor que no ha aprobado el teorico del coche, saben como hacerlo arrancar e incluso moverlo, sin embargo no saben reconocer las señales que se encuentran y cuando la sociedad les pone un STOP como una casa de grande entienden algo totalmente contrario.

Es por ello que tal y como me decía aquel profesor al que aludía al comienzo de este comentario, sería mucho mas efectivo situar de gobernante no un economista que no es capaz de ver mas que números, no a un abogado que solo entiende de leyes. Mas bien sería necesario que alguien versado en historia ocupara ese lugar, alguien que se haya sacado el teorico sobre que es un Estado, que representa y como debería de funcionar. Sobre todo una persona que entendiese que es cierto que el Estado debe de establecer ciertos límites a la anarquía propia de muchas personas, pero tambien siendo consciente de que el Estado no puede ser algo estático que no evolucione.

En un coche son tan importantes los frenos como el motor y en este caso que nos ocupa, que es la actualidad española solo veo a gente pisar el freno y a otros poner la marcha atrás.