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domingo, 3 de febrero de 2013

¿Que queremos ser de mayores?

En estos días en el que los vinetos susurran las palabras Bárcenas, Corrupción y sobre me gustaría hacer alguna que otra reflexión.

En primer lugar nos encontramos en un estado de derecho. Esto provoca con respecto a los ciudadanos que se situan dentro de este Estado la presunción de inocencia. Con respecto a Bárcenas con sus actos está claro que se ha saltado toda la presunción que se le podía dar, esto lo ha hecho con su comportamiento pasado, presente y mucho me temo que futuro.
Barcenas ha puesto el ventilador a toda potencia, tratando de manchar de mierda a todo aquel que le rodea o le ha rodeado en el partido. No se si se han llegado a cobrar sobres en el PP, pero si es algo que me interesa puesto que a día de hoy es el partido mayoritario en España y puesto que cobran un buen sueldo con cargo a los presupuestos generales del EStado.

Barcenas se ha ganado que lo prejuzguemos, no se si esto puede ser aplicado al 100% de los que se encuentran en la cúpula del PP, es cierto que los famosos papeles han aparecido. Pero yo me pregunto, si solo los tenía Bárcenas, ¿De donde han salido, acaso los ha filtrado el propio Bárcenas? En mi atribulada cabeza pulula la idea de que el propio tesorero haya urdido esta idea de lanzar mierda hacia todos sitios en los últimos días, de su puño y letra comenzar a crear un contabilidad B.

A pesar de ello tambien pulula la idea de que efectivamente exista una gran trama de corrupción entre los dirigentes populares. Mucho peor sería que lo que estuvieramos viendo fuese la contabilidad A del PP, esto si sería grave, ya que no sería algo extraño que se cobrasen sobresueldos por hacer cuatros actos locos, además si esto es algo común en el PP tambien podría serlo en el resto de partidos. Una autentica verguenza.

Con respecto a este asunto solo tengo el deseo de que los jueces de una vez por todas cumplan su función y garanticen el correcto funcionamiento de nuestro estado que según la Constitución es Social, democrático y de Derecho.

Pero la gran pregunta que me hago en estos días es la siguiente ¿Que queremos ser de mayores?. Siempre he dicho que nuestra democracia para nada es madura, es adolescente lleva piercings y está cabreada. No es el adulto que todos pensamos, pero va a comenzar a serlo pronto. Los grandes problemas de la vida tienden a ser un catalizador perfecto de la madurez, la adelantan hasta límites insospechados o bien acaban matándonos. Esto que es indiscutible para el ser humano tambien debe de serlo para las democracias, puesto que están creadas a imagen y semejanza de los seres humanos. Hemos vivido en una democracia sin problemas, al menos aparentes, libre de todo mal y amparados por la normalidad, sin embargo aquí llega por primera vez una prueba de fuego.

Indicativo de que comenzamos a recuperar la salud democrática es que los índices de audiencia de algunos programas que enfocan de un modo liberal estos problemas se ha disparado. Salvados registra records, así tambien como análisis mas profundos como el de "Al rojo vivo". La gente en la calle comienza a estar cansada, pero están cansados de algo que ellos mismos (tambien me incluyo) han consentido durante años, pero mientras a todos nos iba bien esto no eran un problema tan gordo. Ahora debemos de enfrentarnos como ciudadanos y no como súbditos a los problemas de los que se encuentran arriba en la pirámide, debemos de hacer notar que verdaderamente estamos ahí para algo mas que para votar y botar (con este último me refiero a botar en manifestaciones que parece que no les sirven de nada, debemos saber ademas de quejarnos aportar soluciones).

¿Que queremos ser de mayores? Mi deseo sería claro, mas educación, subir el nivel en lugar de igualar por abajo. Creo que la educación es el gran transformador y dinamizador de la sociedad. Pero no una educación a la japonesa en la que se enseña mas a ser un autómata que un ser humano. Dudo mucho que los españoles pudiesemos adaptarnos a ese tipo de educación y de modo de vida. Tal vez ellos gocen de una mejor educación a nivel cognitivo pero nosotros la tenemos mejor a nivel emocional. Supongo que debe de haber un punto intermedio, en el justo medio está la virtud.

El modelo de Estado en el que hemos vivido tal vez no haya sido el mejor, nos ha hecho un poco o muy dependientes de el, de su intervención para dinamizar la economía o para educarnos. No quiero decir con esto que exista la necesiad de incentivar la empresa privada, ni mucho menos. Existen derechos que deben de ser entendidos como tales y no desvirtuar la palabra hasta convertirlo en derecho accesorio o solo una mera posibilidad. Educación y sanidad deben de ser los pilares básicos del nuevo Estado que se construya y para dirigir este Estado debe de aparecer, con urgencia, ese lider carismático, sencillo, humilde, con ambición de servicio público y sobre todo que cuando tenga que hacer una medida antisocial porque no queda mas remedio que sea incapaz de dormir.

Que el dolor de los demás te cause espanto y que seas capaz de empatizar con el pueblo debería de ser un requisito indispensable para poder obtener el "Carnet de Político".

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