El respeto por nuestro interlocutor es algo que pocas veces se da. Lo normal es que estemos tan convencidos de que somos nosotros los que tenemos la razón y no el que se situa frente a nosotros que de un modo u otro tratamos de imponernos. En realiad este principio de contraposición de ideas es el que nos hace evolucionar en nuestro modo de pensar. Nos hará evolucionar siempre y cuando se den argumentos razonados y que ambos interlocutores no se cierren en si mismos como una almeja y se limiten unica y exclusivamente a defender su posición.
Haciendo un ejercicio de autocrítica, me considero una persona bastante reflexiva, al menos a nivel interno, es decir, debato mucho conmigo mismo, de este modo tras tanto debate cuando expongo una idea pienso que tengo la razón a la hora de establecer una discusión con alguna persona, de tal forma que en ocasiones la defensa de mis ideas puede ser considerada o tomada por la otra persona como intelorancia hacia ella. No lo es, al menos no pretendo que lo sea.
Sin embargo supongo que todos conocemos a personas que gozan de altos niveles de intolerancia cuando hablan de un tema que supuestamente conocen o son expertos, erigiendo su teoría sobre la de los demás usando frases incluso despectivas, que en este caso si es cierto que no deja lugar a la imaginación sobre su intolerancia. Frases como - No tienes ni Puta idea- hacen que me hierva la sangre.
Por todo ello supongo que la mayoría de las personas estarán de acuerdo conmigo en que es importante que exista una constante comparación de ideas mediante un método dialéctico basado en el respeto, todo ello aderezado con una elevada capacidad de absorción de las ideas que vienen del otro lado, ese es sin lugar a dudas la mejor de las formas de aprender.
"¿Tu verdad, mi verdad? NO, la verdad. Vamos juntos a buscarla, la tuya guardátela".
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