¿No resulta raro hablar de nación? supongo que en primer lugar es preciso aclarar que es la nación. La diferencia con la palabra Estado no parece estar del todo clara para el conjunto de los ciudadanos.
En este caso hemos de considerar el Estado Español aquel que se articula administrativamene en un territorio concreto que se limita claramente al norte, sur, este y oeste. Seguidamente diremos que la nación vendría a ser algo así como un estado de ánimo, como un modo casi espiritual de alinearse con respecto a este estado, de tal modo que la nación no puede ser delimitada geográficamente, puesto que alguien que se encuentre fuera de nuestras fronteras puede de igual modo sentirse español y por lo tanto forma parte de la nación española.
He estado pendiente durante estos días, de estos dos días en concreto, del debate de la nación que ya ha finalizado. Un debate que deja un sabor agridulce, demasiado tal vez. Un sabor dulce por las propuestas que se vienen haciendo por parte del ejecutivo, que cuanto menos son novedosas, la inyección de capital así como ciertas ayudas con respecto al IVA (ya hablaremos de esto en otro post) puede provocar un gran alivio. No obstante esto tiene su lado agrio, demasiado diría yo. Demasiado tarde llegan ciertas medidas, algunas se pondrán en funcionamiento en el año 2014, demasiado tarde para muchos comercios que se ahogan y no saben ni como respirar.
Ciertas medidas como las que se piensan tomar con respecto a la corrupción tienen su lado positivo, eso es innegable, pero no se porqué creo que al igual que ocurre con la financiación de los partidos políticos se colocará una puerta trasera para que todas las pestilencias puedan entrar y salir a su libre albedrío.
Los dos grandes partidos de la nación colisionaron ayer, en el choque ganó clarísimamente un Presidente del Gobierno que enfrente no tuvo un rival, tuvo mas bien un ayudante, un ser permisivo, inseguro de si mismo, que con una papada que ondeaba al viento cada vez que hacía algún aspaviento no logró convencer a nadie. No es que Rajoy convenciera mucho más, pero está claro que en la batalla entre ambos ganó Rajoy.
Hoy llegó el turno de los partidos con menos representación, que en muchos casos, al igual que la lógica y las buenas maneras, brilla en su ausencia. El dirigente de Compromís dijo cientos de verdades al Ejecutivo, no obstante tal vez el modo de decirlo no haya sido ni mucho menos el adecuado. Se nota en este tipo de partidos políticos, con un ideario, al menos aparente, menos encaminado a la protección de los bancos y mas centrados en las personas, un cierto resentimiento, no solo con los dos grandes partidos que constantemente incumplen sus promesas, sino tambien con el conjunto de los ciudadanos que al fin y al cabo han sido los que han elegido el camino por el que vamos.
Ha sido por desgracia un debate donde no se ha mencionado la gran cuestión de nuestro país. ¿De que viviremos? hemos estado años viviendo de la construcción, del turismo y de poco mas. Pero una vez hundido el gran motor que fue la construcción y con un turismo cada vez mas tacaño debemos redirigirnos hacia otros sectores, a los cuales no se ha hecho ningún tipo de alusión.
Tambien se hace alusión a los sectores concretos, no se hace referencia alguna a los trabajadores del mar y la preocupación existente en este sector no solo por los precios sino por otras circunstancias igualmente preocupantes como podría ser la cuota pesquera. Tampoco se menciona a los agricultores o ganaderos que tienen ingresos por debajo del precio de la producción. No se hace referencia a nada. Estamos en un Estado que deja hacer y deja pasar, deseando que de un modo u otro la situación se solucione.
Se habla de que en el tercer trimestre de este año ESpaña saldrá de la crisis, puede que así sea, pero como se suele decir, lo importante no es llegar, es mantenerse. Eso es precisamente lo que mas me quita el sueño, ¿como nos mantendremos en la senda del crecimiento? o dicho de otro modo ¿como seremos capaces de mantener e incluso mejorar nuestro Estado del Bienestar?
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