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martes, 18 de diciembre de 2012

La sanidad en España

Siempre había escuchado que en España estaba la mejor Seguridad Social del mundo, la envidia de todos, el sistema a imitar por los progresistas y el sistema a derribar por aquellos que les gustaba el sector privado. Estados Unidos veía en el modelo español la amenaza mas clara a sus sistema en el cual lo privado lo inunda todo, sistema que por cierto recibe cientos de miles de críticas por todos aquellos que en teoría deberían estar amparados por este.

España, con un sistema redistributivo, con un sistema en el cual ninguna prueba sería cara con tal de salvar la vida de una persona, un sistma donde no se discrimine por razón de sexo, raza o religión. Y tal vez mucho mas importante era la no discriminación por condición social. Ante las enfermedades todos éramos iguales, todos éramos ciudadanos, ahora pasaremos a ser clientes, deudores. ¿Llegará el día en el que nos hipotecaremos para salvar la vida?

La entrada de lo privado en el sistema público se justifica desde un único motivo, el ahorro. Ese mantra que se repite en todos los corrillos del congreso, del senado y de cualquier sucursal bancaria. No se repite de igual modo en las casas de los españoles, pues ¿que van a ahorrar si nada tienen?

Se continua diciendo que es que hay una mala gestión de la sanidad pública por los gestores públicos, que se gasta y se derrocha demasiado. ¿No sería mas conveniente hacer una buena gestión de lo que es de todos que pasarselo a manos privadas? Estas manos privadas que digan lo que digan no son una ONG, buscan el lucro, buscan el beneficio, por lo tanto es imposible que aporten mas de lo que reciben, pues entrarían en pérdidas y ocurriría lo mismo que ocurrio hace años en la Comunidad Valenciana con esas pruebas tan magnificas que se hicieron sobre la "externalización de servicios de la sanidad" donde empresas como la CAM o Dragados, ambas expertas, ¿que duda cabe? en gestión sanitaria ganaron el concurso con estos hospitales.

La solución no está en regalar lo que es de todos, lo que tanto dinero y esfuerzo nos ha costado para que encima nos sangren mas. La solución está en gestionar mejor y en no derrochar.

No le temo al fin del mundo, le temo a que todo siga igual.

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