Sin embargo ha sido la estética de la serie, basada en muñecos y no en actores o en anime lo que ha supuesto uno de los mayores problemas para la serie, un lastre que no se ha podido quitar. Parecía una serie para niños de corta edad, una especide de Teletubies pero con presupuesto. Nada mas lejos de la realidad.
La serie al igual que le ocurre a los simpons tiene una doble linea argumental, la primera de ellas enfocada para el público en general y la otra para un público un poco mas despierto mentalmente.
Entrando de lleno en la serie nos adentramos en una familia, la típica americana, incluso podemos identificarlo casi al 100% con los simpsons. Un padre estúpido, una madre treméndamente ordenada y lógica, un niño repelentemente inteligente y otro un poco tontorron, así tambien como el bebe de la casa, un recien llegado que se diferencia sustancialmente de Maggiee en que este habla hasta por los codos, sin lugar a dudas uno de los aciertos. Con su escaso repertorio de frases acabará arrancándonos mas de una sonrisa. A medida que pasan los capítulos nos encontramos con jefes tiránicos, suegras repelentes, así tambien como compañeros de curro no demasiado inteligentes.
Es por lo tanto una familia de dinosaurios del siglo XXI, mas concretamente una familia de dinosaurios americanos del siglo XXI o al menos de finales del XX. La crítica social se sucede conforme van avanzándo los capítulos, encontramos abusos laborales, problemas en la construcción, tradiciones estúpidas que se repiten año tras año y a la que ninguno le encuentra sentido, como es la fiesta del frigorífico.
La serie fue emitida entre los años 1991 y 1994, pero debido al éxito que tuvo (plena época de boom de los dinosaurios) se continuo emitiendo en diversas cadenas durante años posteriores a estas fechas.
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