Cuenta la leyenda que había un señor que se quejaba constantemente del ruido que había siempre en su tejado, día tras día cientos de piedras llenaban sus tejas y rompían alguna que otra. Un día ese señor dijo "¿y si dejo de tirar piedras a mi tejado? y ese día ese señor dejó de tener ruido y dejaron de romperse las tejas.
Esa es la conclusión a la que ha llegado el gobierno de Portugal, ese vecino que tenemos y que menospreciamos en todos los campos, pero que en muchísimas cosas está por delante del vecino "rico". Aquí os dejo el artículo que encontré en el ABC sobre como incentivar la reindustrialización de Portugal.
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