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martes, 30 de abril de 2013

La Soledad.

La soledad, esa carcel de sonrisas para aquellos que no la buscan y ese dulce tesoro para aquellos que en momentos de zozobra la desean .

Supongo que a mi como a tantos otros les ocurirrá lo mismo. Hay días en los que quieres estar rodeado de gente por todos lados y en otros lo que mas deseas es estar a solas con tus pensamientos, descansar de un mundo que no para de enviarte señales de todo tipo y que no descansa de hacerlo. Es bien cierto que unos mas que otros sienten la necesidad de estar en compañía, mientras que otros sienten la imperiosa necesidad de estar solos, cuanto mas tiempo mejor.

Pienso a pesar de ello que tenemos la necesidad de sentir ambas cosas, de contraponerlas dependiendo del momento en el que nos encontremos. La necesidad de estar solos no tiene porqué venir precisamente de un momento malo en tu vida, solo de una necesidad por cualquier motivo. Es preciso tener cuidado, tanto con la soledad como con la necesidad de estar rodeado de gente, pues ambas situaciones pueden crear adicción y esta derivar en un malestar cuando no se está en alguna de las dos situaciones.

Normalmente la compañía suele generar angustia para aquellas personas acostumbradas a estar solas, no pueden con el tumulto, ni tampoco son capaces de socializar correctamente, como se dice conmunmente "en algún momento la cagan". Lo mismo ocurre a aquellos que desean mas que nada el tumulto, la gente agitándose a su alrededor. En el momento en el que no lo tienen , en el momento en el que se sientan solos en su habitación, sienten un vacío que es preciso que sea llenado.

 Entiendo que muchos se sentirán reflejados con esta breve exposición, de hecho es algo en lo que últimamente pienso, quizás demasiado, pero las conversaciones que en los útlimos días estoy teniendo con una amiga me hacen planteármelo continuamente. Hablo bastante con ella sobre esa necesidad que tienen muchas personas de tener pareja de forma sistemática, que no saben estar solos y en el momento en el que lo están no son ellas mismas, se sienten solas y abandonadas por el mundo, no son capaces de disfrutar de si mismas. Eso es lo que me lleva tambien a meditar en la otra dirección que como hemos dicho tambien es un problema de especial relevancia.

Mas que nada quisiera transmitir, que en la soledad o la compañía, como en otras tantas cosas de la vida, lo importante, lo verdaderamente esencial, es mantener el equilibrio entre una y otra modalidad, si nos excedemos en alguna de ellas podemos llegar a caer, como hemos dicho, en una dependencia insana que nos haga sentirnos insastisfechos en el instante en el que no tengamos lo que "creemos" que necesitamos en un momento determinado.  Es peligrosísimo llegar a la situación de vivir en soledad, rodeado de multitud.

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