Neil Harbisson

Las conferencias son siempre lugares de encuentro y de aprendizaje. Donde en muchos casos profesores y alumnos se encuentran en el mismo punto de partida, situándose con suerte el conferenciante varios escalones por encima de ellos. En este caso voy a hablaros de Neil Harbisson, que hace poco mas de una semana dio una interesante conferencia en la Universidad de Granada. Una conferencia que enseñó a todos los presentes que cuando el conferenciante es alguien tan interesante como Neil la sala siempre se quedará pequeña.

Personaje de renombre internacional. Muchos en la conferencia pensaron que era neurólogo, científico o algo similar, pero nada mas lejos de la realidad. Basicamente es un artista, un intelectual y en cierto modo podemos considerarlo científico. Pero sobre todo se le conoce por ser el primer Ciborg reconocido por un Estado.

Neil Harbisson de padre Escoces y madre Catalana padece una extraña enfermedad. Concibe el mundo unicamente en blanco y negro, los colores son un completo misterio para él (acromatopsia). Con la edad de 20 años inventó un artefacto denominado eyeborg que cologó en su cabeza para poder oir los colores. Es además cofundador de la fundación Cyborg, una organizacion internacional que busca ayudar a los seres humanos a convertirse en Cyborg,

La evolución experimentada por este singular personaje le llevó a pasar por varias etapas. La primera de ellas fue llevar constantemente unido a la cámara unos auriculares para poder adaptarse a los sonidos. Cada color era representado por una nota musical que él iba asimilando. Su cerebro debía de aprender poco a poco a discernir y separar sonidos de colores. La evolución continuo hasta que la cámara llegó a estar incorporada a su cerebro. En su nuca se insertan unos dispositivos que llegan directamente al cerebro, de tal modo que a día de hoy es capaz de oir los colores sin necesidad de que el sonido deba pasar por sus tímpanos. Al principio según sus propias palabras unicamente era capaz de detectar una docena de colores, siendo ese abanico en la actualidad de unos 300 colores.

Dejó atónitos a los presentes cuando puso una imagen de una acera. Todo el mundo dijo que era gris, sin embargo él, capaz de detectar muchos mas tonos indicaba que se trataba de un tipo de amarillo. Sencillamente increible. Tan increible como resultaba su vestimenta. El modo de vestirse estaba directamente relacionado con los colores, tal y como lo hacemos nosotros, pero recordemos que en este caso los colores no son colores, sino sonidos. Por lo tanto cada vestimenta causaba una melodía en su cerebro, vistiendose y relacionando los colores según la melodía.

Cabe preguntarse entonces que es lo que nuestra ropa dice de nosotros, o mas bien los colores que usamos. Seguramente Neil al mirarnos a cada uno de nosotros oiría una melodía, sería lo mas parecido a poder ver el aura de una persona. ¿que dirá mi ropa de mi? solo Neil Harbisson lo sabe.

Es evidente que tiene millones de anécdotas que darían para auténticas sesiones maratonianas. Una de las mas típicas que al parecer cuenta siempre es la de su DNI. En principio como todo el mundo sabe no puedes aparecer en tu foto del DNI con ningún artilugio electrónico ni tampoco con ningún adorno que pueda dificultar tu identificación. Por ello la cámara de Neil se convirtió pronto en un problema, tuvieron que ser las firmas de varios amigos, familiares y conocidos los que provocaron que el gobierno británico autorizase a que Neil saliese en su foto con la cámara.

Informaros sobre este personaje y lo que su ingenio ha logrado resulta cuanto menos imposible, supongo que en este punto mas de uno pensará que lo mejor que se le puede pedir a los reyes magos es una tarde de cervezas con Neil. una de las mentes mas imaginativas y revolucionarias del siglo XXI, alguien que puede convertirse en el precursor de lo que se espera que sea el futuro.

Intuyo que pocos habreis oido hablar de este singular personaje. Sin embargo es bastante conocido y podreis encontrar gran información sobre él en internet para ampliar esta breve y torpe reseña que nunca podrá hacerle justicia.