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martes, 3 de julio de 2012

Si buscas un culpable, mirate al espejo.

Supongo que es de sobra conocido que hace unos días, finalizó la prórroga para que las empleadas del hogar se diesen de alta en el sistema de la Seguridad Social. Hoy he estado escuchando algunos comentarios por mi pueblo acerca de ese motivo, todos iban en la misma linea, en la misma triste y decadente linea.

Muchos de los empleadores se han asustado ante la posibilidad de que sus empleados pudieran ser detectados por parte de los inspectores. La gravedad de esta infracción asi como la multa ha impulsado a muchas personas a tratar de dar de alta en el sistema a varios empleados. Sin embargo la situación dista mucho de ser la idílica.
La situación que mas se ha repetido ha sido la siguiente. Siendo E el empleador y EH empleada del hogar.

E: Te voy a dar de alta
EH: No me des de alta que entonces dejo de cobrar el paro.

A día de hoy en un pueblo de 20.000 habitantes como el mio la media de salario de una empleada del hogar se situa, alrededor de lo 8 € hora, si le sumamos el desempleo la persona en cuestión alcanza mensualmente un sueldo elevado. Existen familias, de las que tengo constancia que todos los miembros de dicha familia realizan esta operacion, pudiendo entrar de forma ilegal en un hogar mensualmente 2000 €.
Mucho más representativo es lo que se hace con ese dinero conseguido ilicitamente. Diariamente hay dos mujeres dedicadas al cuidado de personas mayores, las cuales veo a diario tomando su cafe con churros (lujo que yo solo me doy una vez al año) despues de tomárselo van a trabajar. Todo el mundo dirá que tenemos la libertad de hacer con nuestro dinero lo que nos de la gana. Sin embargo, estas dos persona están cobrando el desempleo a la par que trabajando. Si el desempleo se les paga entre todos ¿están haciendo con mi dinero algo que yo no quiero?

Viene a definirse por el Profesor Alonso Olea, las contingencias como una situación de pérdida de ingresos o aumento de los gastos. ES decir el desempleo viene a estar incluido dentro de esta definición, pues una persona ha venido a ver disminuido sus ingresos por una falta de trabajo. Sin embargo el desempleo no debería poder percibirse ni de forma real ni moral, por una persona que teniendo su empleo, usa este dinero extra para darse lujos como desayunar fuera, o incluso tener mejor coche que su empleador.
Este comportamiento está aprobado socialmente en Andalucía, el paro o desempleo, se ve como un derecho adquirido por el conjunto ciudadano, un derecho que se debe de compatibilizar con el derecho al trabajo. Esta perversión es sin lugar a dudas uno de los puntales básicos de la crisis econímica en la que España está sumida. Y quizás sea porque la crisis no es tanto económica como intelectual y moral. Si uno de nuestros empleados viniera a decirnos que no lo diesemos de alta para poder seguir cobrando el paro, deberiamos despedirlo inmediatamente. Del mismo modo que el empleado no debería de exigir aquello que no le corresponde. Si queremos buscar un culpable, miremonos al espejo, seguro que lo encontraremos mirándonos con cara de bobalicon .

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