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viernes, 27 de julio de 2012

El que no sabía cagar en el campo.

Hoy he vuelto a hacer ejercicio. Mi flexión diaria al levantarme y despues, los ejercicios de masoquismo al encender la televisión mientras desayuno. No se equivoquen, es un ejercicio ideal para dejar de comer. Mientras ves las noticias se te quita toda el hambre.

Mientras contemplaba como el paro ha subido en otras 56.000 personas, además de volver a ver como las palabras de un solo señor son capaces de aliviar o estrangular a un país (Dragui). Se me ha venido a la cabeza, una frase, un tanto vulgar, pero mucho mas nuetra que la refinada de "se acerca el invierno". Esa frase no es otra que "Ains quien no sepa cagar en el campo con los tiempos que vienen". Se que soez se queda corto como calificativo, pero lo cierto es que es así.



Me contaban, justo hace un año, mientras me encontraba trabajando con lo olivos, que en la época del hambre, se hacían en este ancho país varias cosas para esquivarla. Una de ellas, evidentemente, era no tirar ni nada a la basura, todo se comía. Seguidamente tambien se llevaban a cabo ciertas prácticas, que tal vez debamos retomar.

Allá por los tiempos de Doña Maria Castaña, soltabanse por las familias, cochinillos por el monte, para que por ellos mismos comiesen lo que pudiesen, una vez pasado un año, mas o menos, se buscaba al gorrino en cuestión para darle muerte y de ese modo poder comer practicamente de gratis. Y es por eso que en este país del cochino se aprovecha todo "ains del cochino me gusta tó, hasta los andares".

Otra de las prácticas, a la que tampoco hay que darle demasiadas vueltas es a la matanza, quizás si conviene hacer un poco mas de hincapie en el cuidado prestado a lso animales en casa. Era el cochino el amor y señor, se comía todas las sobras de la familia, toooodas. Es decir, la cascara del melon, la piel de la fruta, un pan duro que no había ya quien mascase y tantas otras cosas que los hombres despreciamos, de ese modo se podía obteer un lindo y jugoso cochino con casi nada de inversión. Por supuesto la gallina es otro de los animales estrella que se tenía en las casas, come casi todo lo que come el cochinito, y además nos regala huevos, cuando ya no ponga mas pues... a la cazuela.

Hace unos meses comencé a poner un huerto en la terraza, ahora mismo está en plena floración. Con motivo de ello, me comentó mi padre hace dos días, que cuando él era joven, en su casa, había plantadas fresas, y mu abuelo plantaba en el campo, sidra, pimientos, tomates... A día de hoy eso, el tener un huerto, se ha convertido mas en un práctica relacionada con el ocio que con la supervivencia. Sin embargo, es la crisis uno de los mejores disolventes que irá provocando, que poco a poco, las distancias entre ocio y necesidad vuelvan a reducirse a cero, hasta mezclarse por completo.



Me sorprende y a la vez me alarma, cuando alguno de mis amigos me ha preguntado en ciertas ocasiones, que de que arbol nacen los melones. Por mi cabeza siempre ha pasado la misma fraes, "no se de que arbol saldrán, pero el que los recoja seguo que tiene profesión de riesgo". Nos hemos distanciado tanto de las bondades del pueblo que somos unos auténticos catetos de urbe. Unos urbanitas

Tal y como se presenta el futuro, creo sinceramente, que aquel que lo pasará peor a largo plazo, será aquel que no pueda acostumbrarse a la situación, a la pérdida de cosas, que a día de hoy consideramos tan básicas, como ir con el coche a la vuelta de la esquina. Cosas tan básicas como tener el pc encendido todo el día, o cosas tan básicas como el cafelito o los churritos de por la mañana en una cafetería. Yo mientras tanto, estaré cagando en el campo.

Cambiando de tema, para aquél que le interese, dejo a continuación una web, de una empresa Vasca, que está buscando personal, sobre todo ingenieros, para el desarrollo de sus proyectos.

http://www.notevayasaalemania.com/

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