Yo nunca los olvidé ¿el que?, nuestros abrazos, nuestras charlas en las noches de verano mientras te quedabas dormida a mi lado. ¿Como olvidarlo? si es que a pesar de que tu eras solo una parte de ese pequeño grupo de personas que en principio eran desconocidas y luego fueron mis hermanos, eras al igual que ellos, alguien muy especial.
Cuando no nos veíamos en un tiempo salíamos corriendo el uno hacia el otro como dos niñatos, o como yo solía decir, "como la rana gustavo agitando sus brazos", nos daba igual quien mirase o como nos mirasen. Con el tiempo aprendí precísamente que no me importaba lo que la gente pensara de mi, si ellos pensaban que yo era idiota por hacer este tipo de cosas, lo que yo pensaba era que ellos me daban pena a mi por no tener a nadie con quien hacer estas idioteces.
La distancia no fue nunca un impedimento, el teléfono o cualquier cosa se convirtieron en nuestro medio de contacto desde que te fuiste y siempre que podías volvias a estar a nuestro lado. Eso no puede olvidarse. Cuando te necesitaba, eras la primera en estar ahí, la primera en abrazarme, la primera en saber que yo no necesitaba hablar de mis problemas, solo saber que habría alguien ahí que me hiciera reir. Supiste comprender eso como nadie.
Muchos opinaban que eras una persona a veces un poco cerrada, esa frase para mi no tenía ningún sentido, nos lo contábamos todo mutuamente. Quizás sería por lo que dije antes, porque sabíamos entender que el otro tambien necesitaba sus silencios.
Con el tiempo aprendí que las relaciones son como puzzles, a veces las cosas no encajan, sobre todo cuando conoces a una persona. Una ausencia en un momento determinado, el dejar de hablar con la misma intensidad o cualquier otra cosa extraña te puede hacer pensar que algo ocurre. Eso me sucedió a mi la pasada nochevieja. En principio me enfadé, luego traté de comprenderlo y finalmente creí que algo pasaba, para de ese estado pasar a preguntarme sino sería problema mío.
Finalmente pasó el tiempo, demasiado, pero seguro que no ha sido por mi. Me cuentas de soslayo algunsa cosas que han variado tu vida, sinceramente me alegro mucho, pero no entiendo el porqué esperaste tanto. Nunca lo entenderé. Y cuando por fin nos vemos y te digo "me tienes abandonado" solo me sonries y no me dices nada. No supe que responder a esa sonrisa.
Deseaba tanto verte como no deseaba ver a ninguna persona en ese momento. Allí estaba yo, espernado a que llegaras para poder correr hacia ti, gritarte y abrazarte. Pero tu no hiciste nada, solo dos besos corteses y nada mas. Sencillamente no es como lo recordaba, hubiera preferido que el recuerdo siguiese siendo recuerdo.
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