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domingo, 16 de junio de 2013

Entrada 500

Durante años fui de esos que pensaban que el tiempo se diluia, que se emborronaba en forma de recuerdos para posteriormente desaparecer. Fui de esos a los cuales el presente era ese único lugar de residencia en el que de un modo u otro estaba condenado a vivir, lejos de desesperarme me parecía perfecto, pues ese presente se convirtio en lo mas bello que nunca pude soñar. Fue una burbuja como cualquier otra,  una evolución parabólica que en un momento determinado decidio que debía bajar.

Los últimos 26 años, es decir, el cómputo de mi vida, ha tenido momentos mejores y peores, supongo que como el de todas las personas. Momentos ambos, que recordaré siempre, salvo que una perversa enfermedad venga a arrancarme esas hojas del diario. Algunos dirían que desearían tener la posibilidad de elegir arrancar algunas de esas hojas, quitar las penas, dejar solo las alegrías y así quizás ser felices, pero esas personas son las que no entienden que los buenos momentos existen precísamente porque los malos han estado ahí y que sin esos malos momentos no serías quien eres hoy. Esos momentos de angustia o de no poder tener lo que deseas es lo que te hace posteriormente tener tolerancia a la frustración.

Un beso, una caricia o un "te quiero" son especiales tanto por ellos mismos como por la soledad que da su ausencia. Y es por eso que durante años me he afanado en mirar a los ojos de las personas a las que he querido, tratando de que si en algún momento ellas se fueron quedarme al menos con un pedacito de ellas, un trocito que siempre guardaré en un recobeco de mi corazón que solo será para ellas.

Ha sido este último año el mas lúcido de toda mi vida, el resto se encuentra como en una penumbra, e incluso mis actuaciones en los momentos en los que las hacía estaban envueltas en un halo extraño que ahora ha desaparecido por primera vez. A pesar de ello, ver las cosas con claridad no siempre parece bueno, al menos no muetra un mundo idílico, es un poco como lo que le pasaba a Neo en Matrix, salvando las distancias que son muchas.

Decidí un buen día tomar una decisión que para mí cambio mi vida por completo. Parecerá absurdo pero creo que es lo mejor que hice nunca. Tener un diálogo con un papel en blanco, contar en momento determinados como me sentía o los errores que había cometido cuando mi cabeza no funcionaba del todo bien. Pasado el tiempo los releía y cuando la cabeza funcionaba mantenía un dialogo con mi pasado, aquí llegaba otro ejercicio de escritura en el que me aconsejaba a mi mismo lo que debería de haber hecho en un caso concreto, para en el caso de que se repitiera el suceso tomar la decisión correcta cuando la cabeza no funcionase bien. ¿Quien te conoce mejor que tu mismo?

Esto sería hacer un par de años, o tres, lo cierto es que prefiero no contarlo, me sentiría aun mas viejo. Y así fue como la racionalidad comenzó a tomar una posición mas potente en mi desarrollo, poco a poco como si de un entrenamiento se tratase veía las cosas de otro modo, e incluso cuando surgían problemas de nuevo cuño mi cabeza respondía mejor. Los cambios han sido sustanciales y si algún consejo le puedo dar a alguien es precísamente que trate de mantener un dialogo consigo mismo, que además de solucionarle algún que otro problema le ayudará a conocerse.

Eso sería un poco el cambio en el ámbito personal, pero sería absurdo e incluso idiota pensar que yo me hice a mi mismo, no ha sido así, ni de lejos. De estar prácticamente solo pasé a que a mi alrededor comenzase a arremolinarse gente, personas tan maravillosas que el diccionario no tiene palabras. Estas personas han sido al fin y al cabo las que han hecho que con el tiempo me sienta mas seguro de mi mismo, eso por supuesto entre otras cosas. Si desde hoy mismo hasta el fin del mi vida estuviera dando gracias no sería suficiente. Y es que esas personas que han pasado o que siguen en mi vida son las que me han enseñado lo que es el amor o la amistad. Me enseñaron que siempre hay "un lugar bajo el arcoiris".

En su día dije que quería que la entrada 500 , que estaba cerca, fuese especial, que quería hacer algo un poco fuera de lo normal a la hora de escribir, en principio pensé en un breve relato, pero al final no he tenido tiempo de nada. Al sentarme en el Pc pensé hablar sobre una conversacion que acababa de tener con una amiga, pero la dejaré para mas adelante, cambie de opinión al comprobar que estaba ya en la entrada 500. ¿Que decir? pues solo que nos vamos haciendo mayores.

Saludos.

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