La violencia de las palabras

Nadie lo diría, pero las palabras en si mismas pueden resultar mas violentas que los puños. Bien es cierto que al igual que ocurre con los puños pueden ser usadas para una cosa u otra, lo que ocurre es que las palabras poseen grandes diferencias con lo material.

 Si alguien te hiere físicamente lo mas probable es que (si yas no es muy grave) vayas al hospital, tus heridas sanen, etc. Tendrás un periodo en el que tu cuerpo no estará bien, pero lograrás mejorar. En cambio las palabras hieren nuestra alma y hasta donde yo se nadie ha logrado ponerle tiritas a este inocua parte de nosotros.

Pero es esta parte la que tarda mas en cicatrizar, además a pesar de que pueda parecer que no provoca problemas físicos no es del todo cierto. Una herida abierta en el corazón (como suele decise poéticamente) produce consecuencias físicas, algunas mas palpables que otras, pero que al final se acaban notando.

Pero vayamos a las palabras. ¿Son violentas de por si? la palabra en si misma no es nada. Pero siguiendo aquellas enseñanzas del  colegio de "emisor, mensaje y receptor" tenemos que el mensaje es aquello que se transmite y tiene una intencionalidad, en ocasiones la intención de las palabras es herir.

Tenemos de este modo que poseemos palabras que pueden ser consideradas Tabus, palabras que pensamos pueden herir a alguien y por ello no las usamos. Algo así como una función interventora previa que aplicamos a nuestras propias palabras. Tenemos como ejemplo la palabra "negro" y usamos "persona de color" yo soy de los que piensan que a un negro le debe de molestar mas que se le diga lo segundo que lo primero.  Otros ejemplos serían "ciego con invidente" "deficiente mental con retrasado". Y es que muchas de estas palabras con el paso del tiempo han ido acumulando estratos de minusvaloración que difícilmente puede ser eliminado, quizás sea ese el problema por el que nos ponemos ese Burka mental, esa barrera que nos impide dejar salir algunas palabras que consideramos violentas aunque no lo sean.