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jueves, 28 de noviembre de 2013

La maldición de Casandra y el Marxismo

No se cuál será el patrón de los historiadores, ni tampoco de los economistas. Pero si creo que deberían de tener un patrón o mejor dicho, patrona común, sobre todo los primeros. Al menos los buenos historiadores.

Historiar, significa investigar. No podemos reducir la Historia a contar como un loro los hechos que ya pasaron, hechos que parece que no volverán y que de ningún modo nos afectan, el verdadero historiador debe incluso de preveer el futuro y de ahí viene la que yo creo que debería de ser la patrona de los historiadores. Casandra.

El mito de Casandra nos transporta al contexto de la Guerra de Troya. Casandra una mujer bella desea poseer el don de la adivinación, para ello acude al dios Apolo, que le concede su deseo a cambio de que se despose con él. Casandra una vez tiene dicho don, rechaza al dios Apolo, este le escupe en la boca y la maldice.

Casandra podrá a partir de ahora preveer el futuro, verlo nítidamente, pero todo lo que salga de su boca será tenido como una mentria. Casandra posee los instrumentos para evitar desgracias, pero nadie la escuchará.

La Guerra de Troya se acercaba y trataba de avisar de que si se rescataba a Elena sería en fin de la ciudad y de sus gentes, pero nadie la escuchó. Según algunas versiones incluso su familia llegó a atarla teniéndola por loca.

De este modo considero que los historiadores  y los economistas, tienen y posee los instrumentos necesarios para desarrollar una medio correcta previsión del futuro y de lo que ocurriría dependiendo de la casuística, pero en la mayoría de los casos son tenidos por locos, por agoreros o peor, por una especie de Rapel loco que solo suelta tonterías.

No soy de los que piensan al igual que Marx decía, que la historia tiene reglas y que esas normas históricas nos pueden mostrar el futuro. Pienso mas bien que los seres humanos siguen unos patrones que se han repetido sin cesar y que son los seres humanos los que hacen la historia y pueden modificarla cambiando sus actos. Leer a Marx no significa leeerlo literalemente, no significa entender dictadura del proletariado como la dictadura de Pinochet o Franco. Leer a Marx exige el esfuerzo de leerlo y el esfuerzo de adaptarlo a nuestros tiempo. Si los loros fueses marxistas, serían marxistas Ortodoxos.

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