Víctimas de esa serpiente rugosa y ansiosa que desde el principio de los tiempos no cesa de devorarse a si misma. Hijos de esa generación que pensó que la mejor forma de curar sus traumas infantiles era darle a sus hijos tanto y tan bueno, que sobraría para sus nietos. Inmersos por derecho propio en un sempiterno efecto de adormidra del que de vez en cuando un trueno de guitarra nos despierta y nos hace ver, que la vida no es ese sitio donde sobra el amor.
Resulta raro o casi paradógico que una persona que se encuentra tan en contra de los Merdados lleve precísamente ese apellido e incluso pueda sentirse orgulloso de ello.
Para todos los que crecimos en los 70 u 80 Rosendo Mercado es casi un símbolo, alguien por el que no pasan los años y alguien a quién prometerle estar "agradecido". Muchos en los 80 querían ser como Michael Jordan, excepto Michael Jackson que quería ser como Iniesta pero algún reducto de españoles quería ser como R.Mercado.
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