Para todos aquellos que llegasen a la secundaria, espero que todos, notarían que en un momento dado se iban colando entre los números un mayor número de letras. En principio básicamente era la X, pero mas tarde se añadía la Y a la fiesta. Durante la secundaria poco mas se introdujo. Llegados a bachiller, si elegias ciencias veías un mayor número de letras en la ecucación, además las llamamos incógnitas. La letra representa lo que no se sabe, lo que es preciso dilucidar.
Si continuas avanzando en el número de las matemácas se diría que casi todo en la ecuación son letras, los números prácticamente desaparecen. Su pureza se ve desvirtuada por la subjetividad que otorgan las letras, las cuales al unirse generan palabras.
Quizás por ello resulta tan complicado expresarnos con palabras, quizás por ello se inventaron los abrazos y los besos, como un resumen de aquello que nunca lograríamos expresar. A pesar de ello nos comunicamos con palabras y no con números, es una convención social tan apta como cualquier otra, los números son certeros y las palabras inciertas. Las palabras esconden intenciones, esconden secretos mientras que los números sencíllamente son lo que son, pero las palabras son siempre algo mas.
Y es aquí donde la realidad nos continúa presentando la misma ecuación, dada por números y no por palabras, "Panes et Circenses", el tiempo ha cambiado la palabra pero no el significado, eso es lo bello de la palabra, que se ha quitado la toga para ponerse el vaquero y ahora se dice "hamburguesa y futbol". Esta es básicamente la propuesta de felicidad que nos ofrece el mundo moderno, curiosamente es la misma mezcla que nos ofrecía el mundo antiguo. Tener el estómago lleno y los sentidos distraidos, oid como ruge el coliseo (estadio), mirad como batalla el gladiador (futbolista), oled la arena del circo (cesped). Con todos los sentidos haciendo otra cosa no hay tiempo para que nadie discuta la realidad.
En un momento dado se nos propuso en España otra ecuación, algo parecida a la anterior pero a la vez totalmente antitética. "Despensa y escuela". Es preciso tener cubiertas las necesidades básicas, el estómago lleno es la primera de ellas. Además añadimos que desde 1919 comienza una gran andanza de la protección social que deriva en la actual Seguridad Social aumentando los niveles de protección y produciendo un desplazamiento del riesgo desde el asegurado hacia el estado, es decir, se diluye la necesidad entre el conjunto de la ciudadanía.
Despensa y escuela no llegaron a nada y en cambio volvimos a la tradicional ecuación de estómago lleno y distracción.
Ayer comentaba con un grupo de gente una situación concreta que es la que me llevó a la deducción que anteriormente he señalado. Hablábamos un poco de política cuando alguien dijo, vamos a dejar de hablar de esto que nos encendemos y no vamos a solucionar nada ¿hoy no hay futbol? Eso fue lo que a mi verdaderamente me encendio, hasta ese momento yo no habia articulado palabra. Tenemos a los señores futbolistas de la selección que cobran en Sudáfrica para no tributar en España, son a su vez pagados por la federación española que se financia entre otras cosas del presupuesto del Ministerio de Educación y Deporte. Mientras se reduce el presupuesto en educación se pagan 600.000 euros por cabeza por pegarle 3 patadas a un balón. Nosotros además nos alineamos a favor de ellos, comprando sus camisetas, viendo el partido (aunque sea por la tele, ya que hay publicidad que se paga en función de audiencia)... Además inmediatamente han logrado que nuestra cabeza se dirija hacia ello, estamos totalmente condicionados, decimos "¿política? no gracia, pon el futbol".
Por eso en ocasiones es necesario volver a esa pureza de las matemáticas, a la pureza que tenían en primaria, donde dos mas dos son siempre cuatro y donde nuestros ojos eran los de un niño, siempre atentos, siempre con ganas de aprender y con ganas de llegar a casa para decir "Mama hoy he aprendido esto.."
No hay comentarios:
Publicar un comentario