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martes, 21 de mayo de 2013

Acuerdos absurdos y perniciosos

Se anunciaba hoy a bombo y platillo el maravilloso acuerdo firmado entre Alemania y España. El objetivo es establecer un flujo migratorio continuado durante los próximos años de españoles hacia Alemania. Españoles que evidentemente están mas que formados en universidades españolas.

De este modo Alemania se garantiza una granja perfecta de jóvenes deseosos de ir a su país a tener una oportunidad segura de trabajo. Es algo así como si un club de futbol europeo paga tres perras al año por tener una cantera grauita de futbolistas en brasil.  Y hablo de futbol y pongo la metáfora con el futbol porque parece ser el único lenguaje que se entienden en este país.

Se llevarán a nuestros Zidanes, a nuestros Iniestas, se llevarán todo aquello por lo que hemos luchado. Hemos luchado no por implantes mamarios grauitos o por cambios de sexo, hemos luchado por la mejor formación de nuestros ciudadanos y cuando ya están formados, cuando se ha invertido todo el dinero se irán de nuestro país convirtiendonos al resto en poco mas que exportadores de ajos. Eso quiere Alemania, a eso nos condena el gobierno, a ser la cantera de estrellas para Alemania y exportadores de ajos.

Lo peor de todo es que se vende el acuerdo como la undécima maravilla del mundo, como si hubiera costado la misma vida convencer a Alemania para que se llevase a nuestros mejores profesionales a sus fábricas y laboratorios. Pobrecitos alemanes, el favor que no están haciendo.

La cosa puede ser incluso mas gravosa. Entendemos por tiempos pasados que los emigrantes españoles cuando vayan a Alemania mandarán dinero para España a raudales y eso moverá la economía. Pero aquí los alemanes se han adelantado una vez mas, han aprendido de la historia antes que nosotros. El dinero no vendrá a raudales a España, para acá no vendrá nada. Se llevan a jóvenes de 22 años, se llevan a jóvenes que no han formado una familia y que no tienen lazos ni responsabilidades familiares en España, se llevan a la persona que no tiene obligación de mandar dinero a nadie, con lo cual todo se revierte en España.


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