Culto a la Ignorancia

“Hay un culto a la ignorancia en los Estados Unidos, y siempre ha existido. La cepa de anti-intelectualismo ha sido un hilo conductor que serpentea a través de nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que la democracia significa que ‘mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento’ ”I

 Isaac Asimov 

Se centra en Estados Unidos, pero es una frase perfectamente extrapolable al resto del mundo. Quizás lo hace por la existencia de la guerra fría entre su nación y los Estados Unidos de Norteamérica. Es tremendo lo que dice, pero mas tremendo que comparta opinión con un clérigo Jesuita del siglo XVI llamado Juan de Mariana que decía "Los votos no se pesan, se cuentan" calificando esa situación como un verdadero problema.

Y es que nos jactamos de ser una sociedad evolucionada, avanzada y sobre todo democrática, pero cuando coges a las personas, les quitas la educación, le quitas la comida, la sanidad, etc. Los conviertes en verdaderos zombis, los conviertes en personas que bailarán a tu son y por ello cuando se nos dijo en su día "os daré 400 Euros" la gente lo vota ¿es eso libertad? Es como dice mi querido Asimov, se ha convertido la ignorancia en algo igual de bueno que el conocimiento, incluso en algo mejor. Si no sabes de futbol no eres nadie, eres el bicho raro, incluso es peor aún que no te guste o que lo critiques y si ya dices que los clubes deben dinero a Hacienda incluso se justifica. Puedes dar mil razones, pero nadie te hará caso, como mucho agacharán la cabeza, mirarán el movil y esperarán a que pase el chaparron que alguien les está lanzando con mas o menos razón.

Evitamos discutir sobre política, sobre economía, sobre moralidad, educación, incluso evitamos debatir sobre nuestro día a día, preferimos hacerlo sobre los fichajes, o en el caso de las féminas sobre el libro de Belen Esteban, o si tiene razón la ex de no se quién. Evitamos lo que nos duele, no queremos pensarlo, entendiendo que si no lo pensamos quizás el chaparron pase mas rápido. Dejamos portanto de hacer nuestro el discurso verdaderamente democrático, que es la obligación de estar informados y de votar en consecuencia de esa información, por contra convertimos el voto no en una obligación, sino en un derecho que podemos o no ejercer y si lo hacemos nos moveremos mas por los sentimientos y las vísceras que por yb conocimiento veradero, meditado y maduro.