Vistas de página en total

jueves, 16 de agosto de 2012

A menudo...

A menudo, y esto es, día tras día. Nos encontramos con que no solo el suelo opone rozamiento a nuestros movimientos. El calor, según mis propias teorías que mas de un físico catalogaría como aberrantes, o propias de un fumado, tambien dilataría las calles, haciendo que sean mas largas y el camino por lo tanto, mas pesado.

Pero además de estos factores climatológicos, tambien existen otros, que son inherentes a la condición humana. Y podría dedicarme a enunciar uno tras otro sin parar, pero paso del tema, todos ya saben cuales son.

Por ello, la admiración que siento hacia ciertos personajes crece día a día. ¿Y que personajes son? Gordillo. Pues nooo. Sanchez Gordillo no, a este personaje ya le dedicaré otra entrada de Blog. Bisbal por su nueva y excitante novia, NOO tampoco. Podría estar asi mucho rato y tampoco tengo ganas, ya que llevo casi un mes enzulao delante del ordenador trabajando como un borrico. Pero bueno, quizás estas personas si pudieran estar incluidas dentro de la categoría de personas a las que admiro.

En realidad no es tan dificil. El colectivo al que admiro, basicamente es el conformado por aquellas personas que día a día, se levantan con una sonrisa en los labios y una canción en el corazón (si lo se ,esta frase es simpson). Pero es la realidad. ¿Cuantas veces habré visto a gente despertar con el ceño fruncido, o quejoso, o mil cosas mas?.
Ayer mismo una persona importante para mi se quejaba de cierta cosa, a lo que yo le respondí, no te quejes tanto de eso que yo ,en ese aspecto estoy mucho peor. Esa misma persona me dijo "he aprendido de ti que las comparaciones no son buenas". AL principio pense que si, que mejor no comparar, pero luego cai en la cuenta que solo era un mecanismo de defensa para seguir quejándose sobre lo mismo y que no paraba.

A lo que voy, sencillamente es. Que admiro a todas esas personas que a pesar de las circunstancias, y de como está la vida a día de hoy, se levantan sonrientes a las 6 de la mañana, para ir a pegarle cuatro palos a un olivo, o coger cuatro pescaillos locos. Y al volver a casa, recuerdan el porque del esfuerzo, entienden que ha valido la pena.Entienden que no hace falta ni un gran coche, ni una videoconsola, solo el cariño .

No hay comentarios:

Publicar un comentario