Vivimos en una época y en un tiempo maravillosos, las bases sobre las que se sostenía el pensamiento moderno en parte se derrumban debido a la tencología que permite cambiar los cánones por los que anteriormente nos regíamos.
Siempre se ha dicho que por gritar mas no se tenía que tener razón, es algo bien cierto. No obstante no es menor cierto que en ocasiones se trataba de razonar, sobre todo en la vida pública y bien las fuerzas del Estado o bien señores que gritando no te permiten expresarte eliminaban la premisa de que tener razón es el mejor grito. Al final todo al mundo acababa gritando descalificándose a si mismo en un lugar donde el contenido se perdía entre gritos estridentes.
A día de hoy no es necesario gritar para que alguien te escuche, no es necesario hacerlo ni delejos y lo es por una razón sencilla. La tecnología, sobre todo Internet ha permitido que no se puedan poner barreras al campo y que una palabra, escrita o pronunciada con razón siempre pueda llegar a los oidos u ojos de aquel que desee escucharla.
Ya no importa cuanto se grite desde el otro bando, ya no se necesita gritar, ahora por primera vez en toda la historia de la humanidad los mensajes pueden llegar sin distorsión a toda aquella persona interesada en el mensaje y nada mas que en el mensaje.
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