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martes, 24 de diciembre de 2013

Adictos. De la libertad a la esclavitud.

Encendía la televisión y pasé de soslayo por ese canal que todos los españoles decimos ver, pero solo lo hacemos para darnos un buen siestorro. La 2 tenía hoy un gran documental "adictos a la comida" por los carteles que pude ver durante el transcurso creo que era francés. Tocaba cientos de temas, pero solo pude ver la última parte del documental, donde se hablaba en gran medida de la tremenda manipulación que las grandes empresas alimentarias hacen sobre la comida para hacernos adictos a ella. Voy a tratar de tocar alguno de los puntos fundamentales y mas llamativos, alguno de ellos me hizo ir rápidamente a la despensa a comprobar mis productos, no podía ni creerme lo que veía, cuando me voy a la lista de ingredientes del pan y encuentro algo que nunca podía imaginar, el pan de molde tenía, azucar...

Y como el pan de molde otras tantas cosas que comencé a mirar. Prácticamente todo poseía azucar. Entonces es cuando comencé a comprender como mi abuelo que es diabético (que no es dos veces bético, y menos mas, porque vaya año que llevan) le subía el azucar sin tomar pasteles. Si es que hasta el Jamón York o la pechuga de pavo llevan azucar. Tenemos que decir que la Dextrosa tambien es un tipo de azucar, para los mas despistados.

Básicamente en el documental hablaban de la importancia del azucar en la alimentación y como en los últimos años se había pasado de consumir 5 kg de azucar al año, hasta los 50 kg que se consumen de media en el año 2010. Una auténtica salvajada.

Pero una auténtica salvajada que además genera problemas graves de salud, no solo de obsesidad. Algunos de ellos serían en esencia diabetes, problemas de visión, problemas cardiovasculares, obesidad, cancer, colesterol...una larga lista que además supone graves gastos para los sistemas públicos de salud.

Se comentaba por parte de los servicios de salud franceses que un adulto sano genera de media en su vida unos 1000 euros al año de gasto a la sanidad, mientras que un enfermo crónico unos 7000 en toda su vida. Siendo en los últimos años especialmente relevante el crecimiento de las personas con este tipo de trastorno, elevándose de este modo el gasto en sanidad y produciendo deficits públicos.

Pero la indignación podía haberse quedado solo en eso, pero el documental me produjo verdadero pánico cuando se llegó a hablar de los experimentos que se habían realizado. Básicamente se trataba de un estudio con ratas, que habían hecho adictas a la cocaina, para controlar su evolución les daban a elegir entre Cocaina y agua con azucar. Al cabo de unos meses las ratas habían dejado de consumir cocaina, para pasar a consumir diréctamente agua con azucar y cada vez en cantidades mayores, los investigadores no podían salir de su asombro.

¿Cuál es el problema que yo veo aquí? Algo sencillísimo pero a la vez dificil de enunciar con cierto orden, ya que es un argumento tan largo que al recorrer el mismo se puede perder facilmente la perspectiva y cuál es el objeto de atención. Pero trataré de hacerlo.

Se nos dice a menudo que somos libres de elegir, que vivimos en un país cargado de libertades (eso se dice en todo occidente como un mantra, que por repetirse se convierte en verdad). Para eso nos hemos dotado de una constitución, de un ordenamiento jurídico claro, de unas instituciones y organismos de control. Hasta aquí todo bien.

El decir que somos libres implica que somos libres para elegir. Libre significa que yo soy libre para montar un negocio, por ejemplo, compitiendo en igualdad de condiciones. Algo que evidéntemente en este contexto de crisis no puedo hacer, yo no puedo competir con los grandes.

Seguídamente somos libres para decir lo que queramos, pero lo que decimos prevíamente deberá de ser pensado, para pensar en cosas mas sustanciales que nuestro movil, precisamos de tener liberadas nuestras necesidades básicas, como el alimento, la vestimenta, la vivienda. Solo a partir de ahí podremos pensar en otras cosas, cosas que al ser expuestas verbalmente se convierten en un arma. Pero eso no ocurre, porque a día de hoy no tenemos la necesidad básica liberada.

Entre esas necesidades está la luz, que sale a subasta, en teoría algo libre, pero resulta que el 80% de las personas de este país tiene la misma tarifa, puesto que los ingresos están sujetos a la "CUP" con lo cuál da igual en que compañía estes, tu tendrás la misma tarifa, por lo tanto tampoco hay libertad de mercado, el precio no bajará nunca, pues no hay verdadera competencia.

Pero alegrémonos, podemos elegir que comer o que no comer. Era algo que pensaba hasta que vi este documental. Una adicción, sea del tipo que sea impide que pensemos racionalmente y coloquemos en primera linea una preferencia o un deseo que no es necesidad, haciendo que nos decantemos hacia un producto u otro. Algo que me ocurría personalmente a mi era que elegía antes el pan de molde que el pan normal, me gustaba mas, algo que ya dudo, al ver que tiene azucar como componente adictivo. Yo sabía y se que el pan normal es mas sano, pero prefería el otro, no lo racionalizaba. ¿Os pasa algo similar con algún otro producto?.

Es decir. Si no podemos elegir establecer un negocio, ni tampoco podemos decir que no a una oferta de trabajo mal remunerada, tampoco podemos pensar, ni incluso elegir que comemos, porque la comida elige por nosotros. ¿Somos verdaderamente libres?

He llegado a la dolorosa conclusión de que esto es un juego muy bien diseñado, donde evidéntemente hay jugadores, pero esos jugadores no somos precísamente nosotros, nosotros nos hemos convertido en el tablero donde se mueven, donde diseñan estrategias, donde tratan de manipularnos cada vez con técnicas mas avanzadas, para que no se perciba.

Hemos llegado a ese punto donde nos escancalizamos por la esclavitud de los negros hace dos siglos en los campso de algodon, pero...¿no es esto otro tipo de esclavitud? Supongo que dentro de 200 o 300 años cuando vuelvan la vista atrás mas de uno pensará ¿ no se dieron cuenta? ¿Es que eran tontos? Y la respuesta es probable que sea sí. Al menos es sí desde las altas instancias del gobierno actual. Donde la reforma del aborto ha servido entre otras cosas para que se diga por parte de Gallardón que muchas mujeres que abortan no tienen la formación suficiente para saber lo que hacen. Es decir, ya ha llegado ese momento de "despotismo ilustrado" de todo por el pueblo pero sin el pueblo. Como ellos no saben tenemos que administrarles y decirles que deben hacer, como hacerlo y cuando hacerlo. Primero privatizan la educación y después nos dicen que no tenemos formación. Una orquesta perféctamente armónica.




BROTE CUENTO 

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