Aún no han pasado los días suficientes, aún recuerdo paso por paso lo sucedido, fueron tres angustiosos días que se soldaron en uno solo. Todo está removido, el orden de lo acontencido no parece importante, tan solo el comienzo y el fin.
Es facil decir que en toda mi vida nunca he visto nada igual, nada tan desconcertante ni tan angustioso, en esta orilla de la laguna estigia seguimos sin saber que te sucedió, ni como, ni cuando ¿acaso es todo ello lo peor? no lo se.
Tan solo se que no volveremos a verte, crecimos juntos y eso no habrá lágrima que pueda borrarlo. Recuerdo a la perfección asomarme a tu cuna, ese es uno de mis primeros recuerdos, tan solo eras dos años mas joven que yo, una distancia que tristemente se agrandará día a día. Fuiste como digo uno de mis primeros recuerdos, uno de mis primeros amigos, es lógico, para eso eres mi primo.
Nos has dejado con el alma desnuda, l corazón hecho añicos y los ojos secos. Parece insistente y hasta repetitivo, pero insisto en que nunca vi nada igual que esto. Quizás nunca lleguemos a saber que te ocurrió, prefiero pensar que eso ya no importa. Siempre tuviste una vida agitada, nerviosa e incluso convulsa, ahora quizás haya llegado el momento de que puedas descansar.
Mirando viejos álbunes se me agolpan los recuerdos, he visto por primera vez la importancia de nos despreciar a la gente que te rodea, por mal que se haya portado contigo o por fuerte que haya sido la discusión, al final, en ese negro final, nada tiene importancia salvo la vida, una vida corta que no merece la pena pasar con discusiones, las cuales por cierto entre tu y yo nunca existieron, al menos no recuerdo ninguna.
Se que nunca podremos llenar el hueco que has dejado, pero al menos tratemos de parchearlo.
Hasta siempre.
Sit tibi terra levis
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