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martes, 14 de abril de 2015

El eterno retorno.

De nuevo en esa encrucijada que llaman vida, de nuevo sintiendo que algo falta y que nunca lo recuperaré, lo único que ocurre es que en este caso es algo mas que un sentimiento, es una evidencia. Ello conlleva muchísimas cosas en la vida, ver en ti mismo la mortalidad es un síntoma curioso. Alguien me dijo en alguna ocasión que solo la muerte de un padre te enseña ese sentimiento, ahora mismo creo que me acerco bastante, quizás algún día lo tenga completo, no es agradable, no es satisfactorio, pero en cierto modo da hasta tranquilidad.

Esta siendo un mal año, tal vez uno de los peores que pudiera imaginar, en casi todos los aspectos. Sin embargo el tiempo va proporcionando mecanismos, a veces llamados madurez, que posibilitan afrontar con cierta filosofía la vida y te permiten seguir adelante.

Recuerdo hace unos años, durante el desarrollo de mi carrera universitaria, tuve la suerte de tener a un profesor algo loco, un profesor que me obligaba a aprenderme cuatro mapas y una lista de emperadores. Para el resto del examen podías llevarte cualquier apunte, daba exáctamente igual. La asignatura en cuestión era Imperio Romano, en ese momento pensé que poco o nada estaba aprendiendo, pero andando el tiempo me he dado cuenta de que ese hombre es la persona que mas me ha enseñado en la vida, cada día sus palabras me causan mas impacto.

Divino maestro te llamadan algunos, al parecer la sorna de aquellas palabras escondía razón. En sus clases nos hablaba sobre la mentalidad de cada periodo histórico, él lo focalizaba en el Imperio Romano. ¿Cuantas veces al estudiar o ver un determinado momento de la historia hemos dicho, esta gente esta loca? Lo que ocurría era simple, pensaban y veían el mundo de otro modo, desde un punto de vista no racional, sino mitico.

En los últimos tiempos me he dado cuenta de algo tan sencillo que causa pavor, a día de hoy, que nos jactamos de ser seres racionales, que llegamos al espacio y blablabla, seguimos conservando una gran parte de ese pensamiento mítico que en parte rechazamos y que veíamos desquiciante. Pero eso no es ni tan siquiera lo mas relevante de ese modo de pensar, lo verdaderamtne interesante es que es precísamente esa parte la que nos muestra el mundo de un modo que es soportable y lo hace entendible para las personas que como yo, nos movemos por terrenos simples. Aún así es probable que ese modo de pensar o de entender la vida sea el que mejor explica el modo de actuar de las personas en momentos determinados y se convierte en ocasiones en la mejor guía de lo que debe de ser nuestra vida.

La mayor parte del pensamiento antiguo se mueve arededor de la idea del Eterno Retorno, un continuo volver a empezar, que en ocasiones genera desazón entre las personas. Cambiar de trabajo,  de pareja, conocer gente nueva, nos causa un gran trauma pues parece que no avanzamos, que seguimos pasados los años anclados en el mismo punto. ¿Verdaderamente es el mismo punto? andado el tiempo las canas  o la próstata son un síntoma de que exáctamente en el mismo sitio no te encuentras, pero eso es lo de menos. Lo importante en el fondo es afrontar la vida asumiendo que no existe una meta, que nos encontramos en un continuo perfeccionamiento y que debemos aprender de nuestro fallos, para que cuando ello vuelva a empezar, cuando tengamos una nueva pareja, cuando tengamos nuevo trabajo, etc, no volvamos a repetir los errores del pasado. Incluso alguno de esos errores puede llegar a ser reparado. Es precísamente la subsanación de esos errorcillos lo que posibilita que aunque estamos en el mismo sitio, notemos que hemos avanzado.


No hay nada como volver pasado el tiempo a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta de todo lo que tu has cambiado.

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