Para los Chinos el año 2015 está siendo el año de la Cabra, mientras que para mí el de las cabronadas, no se ni si quiera si es adecuado hacer una broma de ello, probáblemente no, pero cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo, o al menos eso dicen.
No ha transcurrido mas de dos semanas desde que volví a decir adios a otra persona. Lo peor de todo es que en este caso el adios fue por voluntad propia. De nuevo, no volveré a verle hasta que yo viaje al otro lado de la laguna estigia. Demasiada gente se va. Mal año, sin lugar a dudas.
A ello le podríamos sumar otra serie de cosas que no contribuyen precísamente a hacer de este año algo memorable o incluso soportable. Dentro de poco yo mismo pasaré por quirófano, los nervios se van agolpando mientras va llegando el día. No me han tocado nunca (en operaciones se entiende) y eso provoca d manera inevitable que los nervios estén a flor de piel. Tal vez debería de aprovechar para retocarme los pómulos o ponerme unos labios mas gruesitos, que es lo que se lleva ahora.
Supongo que hay veces en la vida, en este caso años, en los que se acumula Karma, del malo, para que en algún momento nos recompense con algo bueno. Supongo que a mi familia en general y a mi en particular nos tocará el Euromillón en breves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario